miércoles, 13 de noviembre de 2019

País Vasco francés, las Landas y Burdeos en coche: San Sebastián.

Esta fue la primera etapa de nuestro viaje por el País Vasco francés, las Landas y Burdeos.

Hoy empiezo a contar el viaje, aunque ya expliqué cómo lo preparamos en esta entrada. Y, sin hacer caso al título, voy a hablar de San Sebastián, que fue nuestra primera parada y no es ni País Vasco francés, ni las Landas, ni Burdeos XD

Creo que algo he dicho por aquí de los inicios tan accidentados que tuvimos en estas vacaciones (se está volviendo costumbre y no me mola nada). Empezamos el viaje con un susto gordo porque justo cuando salía de trabajar me llama la profesora de la chiquinina para decirme que le habían salido granos por todo el cuerpo. Merde. Llegué a recogerla y nos fuimos directas al pediatra. Según la profe, había varios casos de varicela en la guarde y si era eso creo que nos quedábamos sin viaje (SPOILER: No era varicela :P). Como fuimos de urgencia y sólo había una pediatra en el centro de salud (que encima ni era pediatra, era médico de familia), hasta las cinco casi no nos vieron, y le dió tiempo a llegar a Dani del trabajo. Y eso que habíamos cargado el coche con el equipaje la tarde anterior para salir a las cuatro y media pitando, en cuanto Dani llegase del curro. Nuestro gozo en un pozo. Por fin nos vió la médico y nos dijo que no era varicela, era un virus que da mocos, tos y un poco de diarrea, además de una erupción por todo el cuerpo. Le teníamos que dar ibuprofeno para la garganta y, como íbamos a un sitio civilizado en el que hay médicos y hospitales, podíamos irnos de viaje. ¡Yuju! Fuimos a casa a coger el resto de cosas, cargamos el coche y al final salimos casi a las seis y media.

La peque se durmió al rato de salir e hicimos casi tres horas del tirón. A las nueve y media paramos a descansar y cenar algo, unos bocatas en una estación de servicio. Cambiamos y conduje yo el resto del viaje. Afortunadamente, la chiquinina se volvió a dormir hasta que llegamos. Pasamos por tres peajes, uno en Burgos, que son 12€; otro de la AP8, que son 12,80€; y otro al salir en Rentería, que son 1,25€. Al salir del último peaje estaba la ertzantxa haciendo un control. Me dan el alto, pero cuando el ertzaina vió a la peque detrás dormida nos dijo que siguiéramos. Sobre las doce llegamos al hotel, que estaba en Rentería. El hotel es el B&B Donostia Aeropuerto, y nos costó 130€ las dos noches, más el parking que cuesta 7€ para toda la estancia. Es un tres estrellas y está bien, es moderno, limpio y básico. Dani hizo el check-in, metimos el coche en el parking y subimos el equipaje a la habitación. La habitación era triple con una cama de 1,80 y otra de 90, con los colchones muy cómodos. Pegamos las camas para que la peque no se nos cayera, y ni siquiera tuvimos que abrir la maleta porque llevábamos los pijamas y bolsa de aseo en la mochila. Nos dormimos como a la una, bastante hechos polvo todos.

La habitación del hotel. 
Como durante el viaje la peque fue durmiendo y estaba descansada, el sábado se despertó a las siete y cuarto. Por comodidad y por no complicarnos la vida, porque el hotel está en un polígono industrial, decidimos desayunar en el hotel. Es desayuno buffet y no estaba mal, tienen bastante variedad, aunque no hay nada de cocina, sólo tortilla de patatas, y el café y el zumo eran bastante reguleros. Después de desayunar cogimos el coche y fuimos a San Sebastián, que está a unos diez minutos del hotel. Lo primero que hicimos fue subir al Monte Igueldo, llegamos como a las diez y no había mucha gente aún. Es un poco sablazo, 2,20€ por persona, aunque las vistas merecen la pena. Dimos una vuelta por el parque de atracciones, hicimos muchas fotos y a las once bajamos al centro.

Parque de atracciones del Monte Igueldo

Vista de San Sebastián. 
Como no nos apetecía coger bus o tren con la niña, ni estar dando vueltas buscando aparcamiento, dejamos el coche en el parking de la Concha. Dimos una vuelta por la Concha, por el ensanche, vimos la catedral del Buen Pastor, y nos tomamos una caña en el bar Oquendo. Entramos sin tener ni idea de que es un sitio típico, y es curioso porque está empapelado con fotos de un montón de famosos con los que deben de ser los dueños. Una cerveza grande y un refresco nos costó 5,60€. Cuando terminamos, fuimos a un centro comercial que está muy cerca, el mercado de la Bretxa, para cambiar el pañal de Sofía. Entramos en la zona vieja y comimos de pintxos. En el Borda Berri nos tomamos una cerveza y un vino con dos pinchos (carrillera ibérica y rissotto) por 9,20€; y en el Beti Jai Berri tomamos también una cerveza y un vino y cuatro pinchos por unos 15€.

Playa de la Concha. 
Catedral del Buen Pastor. 
Después dimos un paseo por el centro, vimos la plaza de la Constitución, las iglesias de San Vicente y Santa María Eliza, el Kursaal sin cruzar el río, y por el paseo que da la vuelta al monte Urgul la chiquinina se queda dormida. Nos sentamos un rato en un banco y Dani echó también una cabezadita. Al rato terminamos la vuelta al monte, pasamos por el puerto y volvimos al coche, porque estábamos hechos polvo y estaba empezando a llover.

De pintxos por la parte vieja. 
Iglesia de San Vicente. 
El puerto. 
Otra vez la Concha. 
Volvimos al hotel, nos pegamos una ducha y bajamos al lobby a tomar algo y darle el puré a Sofía. Nosotros cenamos un bocadillo y una pizza con unas cervezas, que nos costaron por 18€, y a las nueve estamos todos en la cama.

Otras entradas del viaje en coche al País Vasco francés, las Landas y Burdeos:
Preparación y ruta
San Sebastián
Ruta por Labort
Las Landas
Burdeos
Saint-Emilion

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